A nuestros pies se encuentran los acantilados de Herbeira, los acantilados más altos de Europa continental, con una altitud sobre el nivel del mar de aproximadamente 620 metros y una pendiente cercana al 80%. Se trata de los acantilados en mar abierto más altos de toda Europa (teniendo en cuenta que los fiordos noruegos no son realmente acantilados, sino valles glaciares inundados por el mar) y el cuarto en el ranking europeo si tenemos en cuenta los acantilados insulares de Noruega, las Islas Feroe e Irlanda Por la altitud, la pendiente de los acantilados y la proximidad del mar en este punto, se puede decir que estamos ante un lugar único en Europa.
Las vistas desde este impresionante mirador incluyen Punta Tarroiba y Punta Balteira al sur (a nuestra izquierda), así como el pueblo de Cedeira y parte de la ría homónima, en la misma dirección pero mirando hacia el interior. En los días más claros es posible vislumbrar Punta Frouxeira, en el vecino municipio de Valdoviño, y Cabo Prior, en Ferrol (incluso se pueden ver las Islas Sisargas, a más de 80 km). Las puntas de Cadro y Limo son visibles al norte (a nuestra derecha), así como las islas Gabeiras, al pie del acantilado. El edificio de piedra de nuestras costas es una antigua caseta de vigilancia construida por los vecinos de Cedeira en 1805 y restaurada en 2003.
El Viento de Capelada
El "vento" o "paredón do nordés" es como se conoce en Cedeira y Cariño a una nube orográfica que se origina en la Serra da Capelada entre ambos municipios, especialmente entre los meses de abril y noviembre. Esta nube orográfica (llamada así porque se forma gracias a la orografía del territorio) tiene gran influencia en estos dos municipios, siendo responsable de la creación de unos microclimas específicos.
El origen de esta nube está en el choque de los vientos húmedos del noreste del océano Atlántico con la altitud, especialmente en este punto de la sierra de Capelada. Los vientos húmedos ascienden por la vertiente nororiental de la Capelada, por la zona de Cariño (cuesta umbría), dejando rocío en esta zona (la Capelada hace de barrera), y desciende sin tanta humedad por la vertiente suroeste de Cedeira (cuesta soleada). Esto explica que, cuando en Cariño está cubierto de rocío o nublado por el "viento", en Cedeira disfrutamos de cielos más despejados e incluso temperaturas más altas (casi dos grados de diferencia entre los dos municipios).